Infoxicación. Esto se nos va de las manos

Os contaré cómo me ha dado por escribir sobre la infoxicación.

Esta mañana he estado leyendo el Cosmopolitan. Sí lo reconozco, a veces tomo de mi hija o de mi mujer revistas femeninas (¿es esta una afirmación sexista?) porque dan una visión más abierta y diferente de algunas cuestiones.

Bueno, una vez confesado este hecho vuelvo al tema del síndrome de la infoxicación, ese neologismo que describe con gran realismo la situación y el efecto que produce en la era de la comunicación el exceso de información, que genera dificultad de ser procesada, y en ocasiones angustia y ansiedad (infoxicación).

Es el efecto generado, de un lado la competencia entre medios, y de otro la libre voluntad de expandir información. Hasta aquí nadie tiene la culpa.

¿Y qué tiene que ver la infoxicación con Cosmopolitan? Pues que es el origen y el motivo que me lleva a relacionar el exceso de información y las dudas que ésta nos conlleva, con el concepto digital en sí mismo y su efecto en la marca personal.

Planteamos la infoxicación en tres ámbitos:

Indice de contenidos

Infoxicación, publicidad y personas ¿Son ellas y ellos reales?

Uf, no se si es el interrogante correcto, pero me explico: las mujeres y hombres de las revistas no siempre existen.

El phostoshop descarado y a veces humillante para muchas y muchos (no es Cosmopolitan la única ni es mi intención acusar al medio aunque sí a la publicidad en parte) nos dificulta la posibilidad de diferenciar lo real de lo irreal, lo verdadero de lo falso.

Hace poco una modelo que quejaba amargamente del exceso de retoque en una sesión fotográfica que aunque le había mejorado su cuerpo ni ella misma se reconocía.

Eso es hundir una marca personal por dejarla en manos perversas, la infoxicación de una marca personal. Al menos marca personal tocada pero arrepentida.

Infoxicación y marketing de contenidos. ¿Es cierto todo lo que leemos?

Cualquier persona puede escribir y opinar, es también la libertad. Pero posiblemente no todo sea cierto o real.

Opiniones, comentarios y teorías se expanden a velocidad supersónica sin control, ejerciendo influencia y creando rumores no siempre verdaderos, y a ves mal intencionados.

Si te dejas llevar por la expansión de rumores sin contrastar antes, pides boicot porque todos lo hacen, o publicas noticias que pueden dañar a terceros sin asegurar fuentes… marca personal malvada y perniciosa.

Infoxicación y marca personal. ¿Son las personas como dicen que son?

El eterno dilema en marca personal, la creación de perfiles y actitudes que nada tienen que ver con las personas que hay detrás. La infoxicación de las personas.

[bctt tweet=»Evita tu propia infoxicación. No mientas, no exageres loa méritos de tu #MarcaPersonal «]

Nunca entenderé qué persiguen creando ese halo falso, atribuyéndose como propios cosas de los demás. O cambiando su foto de perfil, o falsificando descaradamente su biografía. No se, no lo entiendo.

Tengo la suerte de haber mejorado mucho mi percepción de personas que he “desvirtualizado” frente las pocas que me han defraudado, pero algunas hay.

Es una marca personal falsa, un avatar que disfraza y, realmente, nada aporta salvo ganar seguidores virtuales. Pero hay quien es feliz así.

La infoxicación no mola.

No, no mola nada, pero es lo que hay. Es el efecto de la libertad de expresión, de contenidos, del pensamiento. No es malo en sí mismo, lo que es nocivo es que acabemos dando validez a todo lo leído sin un espíritu crítico y de contraste.

Respecto a las personas, poco seguiré diciendo. Pero si insistir en que, como puedes ver:

 

[bctt tweet=»No hay nada mejor para tu marca personal que el cara a cara #MarcaPersonal «]

 

 

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