Entre la buena suerte y la mala suerte.

la buena suerte

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Y qué es la suerte.

Llevo años dándole vueltas al concepto de la suerte. En talleres y charlas voy preguntando definiciones, y debatimos sobre ellas.

Creo que podemos estar de acuerdo en una definición más o menos dominante que nos dice “estar en el sitio adecuado, y en el momento oportuno”.

buena suerte y mala suertePero entonces ya no es suerte. Vamos, que si las buscas tienes más probabilidades de encontrarla que si no lo haces, y tan sólo dependes de azar.

Siempre he manifestado que, en la mayoría de los casos, somos el presente de nuestras decisiones del pasado. Y yo lo asumo sin complejos, tanto en la buena como en la mala suerte.

No soy el único que reconoce que lo de ser afortunado no va especialmente conmigo. Soy bastante realista, quizás demasiado.

Hablando esta semana con una psicóloga amiga, orientada a la gestión del bienestar personal, comentábamos acerca de la felicidad. La sociedad obliga a ser feliz, casi eres una rara persona si no eres feliz, y no digamos ya si lo afirmas en público. Ser feliz es un estado de ánimo, y si te sientes obligado a serlo por comparativa con los demás, o eres tonto o te puedes estar engañando. Pero si lo eres porque estás convencido de ti mismo, eres un privilegiado.

Facebook y la infelicidad

Me llamó la atención de un titular desapercibido hace un par de años “el 72% de las personas que entran en Facebook salen más infelices que cuando entraron”. Es la comparativa; juzgamos momentos o instantes de felicidad de los demás como si fueran duraderos. Y sólo por frases  imágenes. Eso está haciéndonos daño, nos lo hacemos nosotros mismos.

Pero yo casi todo lo refiero a la música. La música explica muchas cosas, sentimientos y emociones a través de armonías e instrumentos que se amplifican emocionalmente.

Y ahí nado en mi bipolaridad; buena suerte o mala suerte… pero si yo no creo en la suerte.

Mi amiga mala suerte

mala suerteCreo que me he equivocado pocas veces, pero han sido duras y seguramente me acompañarán el resto de mis días.

No me importa, no soy el único. A muchas personas les ha perseguido la mala suerte. Azar o no, la injusticia ¿divina? Ha llevado a muchas buenas personas y excelentes profesionales a encadenar una sucesión de hechos que convierten la vida en un constante pesar.

Me reconforta tener alguien a mi lado que minimiza el efecto y me lleva hacia la realidad ¿La realidad?

La mala suerte te acompaña, y da igual si te quejas y te lamentas, porque difícilmente cambiarán las cosas. No te queda otra que asumir que convive contigo, y evitar los lamentos que en nada ayudan para salir adelante. Minimizar su daño en ti.

La suerte, mi amiga y mi rival

Esta mala suerte puede ser complicada de asumir. Entonces ya no es una compañera dañina, se convierte en tu rival, porque pretende dañarte, y hacerte ver que te persigue y es imposible deshacerse de ella, ni siquiera convivir con ella.

Así que debes pelear con ella, alejarla, arrinconar su poder destructivo de tu capacidad. Porque los lamentos te convertirán en su esclavo, minarán tu autoestima y arrancarán de cuajo tus esperanzas. No te dejes vencer, no dejes de pelear.

Y como siempre que puedo y encaja, acompaño con una canción los textos, aquí va un homenaje a alguien que se dejó vencer por la mala suerte, y que antes de que llegara su fatídico momento nos dejó una canción sobre la mala suerte. Ya había aprendido a convivir con ella.

Canta al desespero, a los sueños imposibles, donde cada vez es más difícil estar sobre tu tabla de salvación

Y ahora, después del vídeo de Los Secretos Mi Amiga Mala suerte,  hablaremos de la buena suerte.

Suerte es… tenerte cerca

la buena suerteConozco muchas personas que se sienten afortunadas. Son tan diferentes entre ellas que no puedo extraer un sentido de lo que piensan por suerte.

La dualidad entre lo material y lo espiritual. La parte material es tangible, dinero, bienes, amistades, un buen trabajo…. Por otro lado, ese estado emocional… es difícil de definir, simplemente me siento afortunado.

Si la sociedad nos coacciona hacia el éxito, es verdaderamente reconfortante encontrar personas que se sienten felices en sí mismas, afortunadas a pesar de las dificultades con las que conviven: Relativizan.

Mi fortuna no es lo que tengo, que es más bien poco. Mi fortuna no es lo bueno que me haya dado la vida, que tampoco es demasiado.

Mi suerte es tener alguien a mi lado, que me hace ver que lo de la suerte y la mala suerte no vale la pena. Que estar aquí, tener amigos, sonreír y tener momentos de felicidad, es ya para sentirse afortunado. Y que disfrutar con tu trabajo, y poder contarlo, ya es para sentir que, aunque no creas en ella, es tener un poquito de suerte. Aunque no creas en ella.

Aquí cerro porque si me rayaré, con el tema Suerte de Rico, el primo Nacho García Vega, el corazón de Nacha Pop, en una etapa más positiva que la que transmitía Antonio Vega en sus textos tristes metafísicos

No lo entiendes, no comprendes, cielo, que yo no soy un campeón.  No te empeñes, no lo intentes; me aburre la competición.

Sintiéndolo de verdad, yo no soy como los demás. A la hora de la verdad, que tú me quieras me basta

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