Persuasión e influencia

Tu capacidad de persuasión y tu proyecto de marca personal probablemente te han llevado a convertirte en una persona con gran potencial de protagonismo e
social, y eso te otorga cierto poder y una posición de liderazgo en una organización o entorno concreto. Pero puntualicemos los términos.

El protagonismo se consigue a través de la realización de acciones relevantes en un momento concreto o área, y tiene mucho que ver con el ejemplo puntual en el trabajo bien hecho o la notoriedad.

Pero la influencia social te lleva a una dimensión mayor, ya que te dispone para ejercer cierto dominio sobre las voluntades de una persona o un colectivo para conseguir algo previamente dispuesto, lo que te hayas propuesto.

Este poder puede ser otorgado por una posición jerárquica en una organización o por ese liderazgo anónimo o carismático que hemos comentado en ocasiones anteriores.

Si esa capacidad de protagonismo o influencia se ejerce con voluntad de imposición y manipulación, generará desencuentros, enfrentamientos y derivará en conflicto, algo posible y natural que te obligará a aumentar tu capacidad de comprenderlos y resolverlos, o ves pensando en un equipo nuevo.

Normalmente esta acción negativa tiene que ver con una escala de valores orientada a lo personal por encima de lo colectivo, y puede haber sido germinada en la infancia o un cambio en nuestra conducta por algún hecho específico, como una situación traumática o una venganza incumplida.

La acción negativa en el liderazgo tiene que ver con una escala de valores e intereses orientada a lo personal por encima de lo colectivo

[bctt tweet=»La acción negativa del liderazgo dispone intereses personales sobre los colectivos» username=»PabloAdanMico»]

Por ello la gestión de tu ego en una organización debe buscar un sentido positivo en las acciones partiendo de tus valores y de la necesidad de comprender que las relaciones sociales son parte de nuestra estrategia personal. De su adecuada gestión dependerá en gran medida nuestra imagen percibida, o sea nuestra reputación.

 Los recursos del poder

Si actúas de forma positiva en la gestión adecuada del poder y la influencia que ejerces o vayas a ejercer, puedes generar un compromiso global, integrando a personas y equipos en relaciones positivas y, por ejemplo, en definición de objetivos y metas personales y de tu equipo.

También en los casos en los que tengas que afrontar una alta resistencia ante una acción, el poder y la influencia pueden activar un proceso negociador con altas garantías de éxito.

En las ocasiones en las que se produzca una gestión negativa de los recursos del poder, por ejemplo con el empleo del miedo, pueden llevar a una ruptura de relaciones, y a la pérdida irreparable de la confianza y de la credibilidad ante una organización.

El empleo del miedo llevará a una ruptura de relaciones, y a la pérdida irreparable de la confianza y de la credibilidad

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Manipulación y coerción

Es cuando aparece la manipulación, haciendo uso inadecuado de la información, dosificando o limitando su conocimiento, intentando así reducir la resistencia a determinadas acciones.

Cuando un proceso se lleva a cabo mediante la amenaza de graves consecuencias o males mayores si no se acepta el cambio o la decisión se trata de la coerción.

Una persona atemorizada puede hacer lo imposible por conseguir los objetivos marcados y evitar el castigo. Pero le resultará imposible mantener este nivel de desempeño en el largo plazo: la tensión, el estrés y el temor le irán pasando factura.

Jamás se le ocurrirá tener una actitud activa, creativa, de innovación, de aportar nuevas ideas. Se limitará a cumplir y nada más.

[bctt tweet=»“Si gestionas de forma adecuada el poder, generarás un compromiso global”. » username=»PabloAdanMico»] 

Extracto del libro El Reto (estrategia personal para tiempos de incertidumbre)

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