¿Venderías tu alma a cambio del éxito?

Repasando grandes figuras del rock mientras termino las últimas páginas del libro Rock Marketing me encuentro con uno de los más oscuros asuntos que relacionan al éxito con la propia alma de la persona.

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Las entrañas del sur

Si buceamos hasta los principios del blus llegamos hasta las entrañas del sur de Estados Unidos, en una época difícil para sobrevivir, y más si tu color de piel es más oscuro que el blanco.

Allí llegamos hasta los ecos de lejanos acordes de una guitarra que no conseguía sonar bien, un enigmático cruce de caminos, y una sombría historia para el primer inquilino del siniestro club de los 27, aquél que recoge a las estrellas de rock que llegada esa edad, como una maldición, sesgan su vida de forma trágica (Jimy Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Cobain, Amy Winehouse…).

Robert Le Roy Johnson llego a ser considerado como uno de los mejores guitarristas de blues del mundo. Nació en 1911 en el estado sureño de Mississippi, fue el undécimo hermano de una familia negra, pero lo enigmático es la leyenda que cuento su ascenso al éxito y su aparente pacto con el diablo.

Tras abandonar el colegio pronto se dio a sus dos grandes pasiones, la música y las mujeres. La primera no le daba el éxito ya que según cuentan era un guitarrista mediocre sin éxito alguno. La segunda le dio disgustos hasta el último suspiro de su corta vida.

Se casó en 1929 pero su mujer Virginia, una chica negra de 16 años que murió en el parto junto al bebé. Robert refugió su tristeza en el blues, y tras intentar ganarse la vida como guitarrista fue rechazado por lento y torpe por la mayoría de los músicos.

Johnson desapareció por un tiempo indeterminado, entre seis meses y dos años. La siguiente vez que Johnson se encontró con los grandes bluesmen Son House y Willie Brown éstos quedaron asombrados: de forma casi milagrosa transformó su torpeza con la guitarra es una virtud fuera de lo normal, pasando a ser respetado y admirado por la grandes figuras del blues de la época.

Misterioso pacto

Alguien corrió la voz de que su éxito no podía deberse a causas naturales y que escondía un misterioso pacto con el diablo.

El rumor se convirtió en leyenda, según el cual Robert Johnson acudió al cruce  de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Mississippi), a una cita con el diablo. Allí pactó tocar mejor que nadie a cambio ser el mejor guitarrista de blues.

La leyenda corrió como la pólvora y Robert tocó por todo el sur de Estados Unidos. Comenzaron a sospechar de que cambiaba de lugar rápidamente, como huyendo de algo o de alguien. Hablaban de que transmitía algo mágico. Sus letras aumentaban la leyenda, con historias de tristeza, desengaños de fe y demonios interiores.

No deja de ser sorprendente que un hombre negro del sur cantara en contra de la religión cuando lo normal era lo contrario, en las iglesias y coros de góspel. Y quién sabe si para alimentar sospechas escribió “Crossroad blues” donde canta sobre un extraño cruce de caminos y “Me and the devil blues”, cuya letra traducida dice

“Temprano en la mañana, cuando golpeas a mi puerta, digo Hola Satán, creo que es tiempo de partir”.

Su leyenda iba en aumento

Y la gente acudía a ver entre el morbo y la admiración musical. Cuenta que solía actuar en penumbra y desaparecía rápidamente del lugar. Robert, que sólo grabó 29 canciones solía grabar con su guitarra Gibson de la que no se separaba jamás, y de cara a la pared. Los técnicos del estudio alimentaron el rumor al afirmar que era para que no le vieran los ojos poseídos al cantar.

Su vida seguía de un lado para otro hasta que en 1938 en Carolina del Sur, dicen que el diablo se cobró su supuesta deuda. Sedujo a la mujer del dueño de un local donde actuaba y éste le envenenó con estricnina.

En su canción “Me and the Devil blues pedía ser enterrado a un lado de la carretera aunque no se sabe exactamente dónde está su tumba. Poco antes de morir afirmó: “he tenido el mejor maestro de todos”. Imagina a quién se refería.

Grandes guitarristas del rock han hecho versiones suyas y se afirman influidos por él como Eric Clapton, o Keith Richards. En 2011 se publicó un disco Tributo llamado Pactando con el Diablo, Tributo a Robert Johnson.

Dime ¿venderías tu alma a cambio del éxito?

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