No, no es una pesadilla, ni una nueva película. Es real. Lo que estamos viviendo no se lo imaginarán nuestros nietos cuando se lo contemos. Se reirán y nos llamarán exagerados.

El escenario pasado ya es inimaginable, el presente nos deja atónitos, y el futuro nos inspira miedo.

Pero la valoración del escenario tiene una coincidencia muy alta por ideologías ¿Significa que nos mueve en este juicio la emoción, la ideología, por encima de la razón? ¿O es al revés?

Ahí lo dejo.

Cuándo empezó todo

Más o menos se sabe, lo que no está nada claro es cuándo el gobierno supo lo que se nos venía encima, y cuándo comenzó a tomar medidas efectivas: aprovisionamientos, planificación, estudio de posibles escenarios, seguridad del personal sanitario, etc.

Información de primera mano, fuentes directas, lanzan mensajes contradictorios sobre cuándo conocía el gobierno que la infección era una realidad, y era grave. Y sobre cuándo comenzaron las primeras acciones (información directa al mundo sanitario y a las fuerzas de seguridad del estado).

Así que no sabemos bien.

El control de la desinformación, la nueva verdad

Estamos asistiendo con asombro a censuras en entrevistas, gestos a cámara de corte de imagen en TV a declaraciones no convenientes, columnas de prestigiosos escritores y periodistas españoles no publicadas.

En tiempos de crisis siempre el poder se marca como un elemento primordial el control de la información ¿Para evitar bulos? ¿Solo eso?

La Orden SND/297/2020, publicada en el BOE 28 de marzo, incluye un controvertido artículo sobre el control de datos de movilidad a través de los dispositivos móviles, a través de la APP del Ministerio de Sanidad. Algunos juristas y expertos alertan del difícil equilibrio entre la seguridad y la libertad, un principio básico en la constitución española.

Que cada uno saque su conclusión, pero en el actual estado de alarma, entiendo que pueda ser asumible. Todo depende de la confianza de cada en el gobierno.

Las cifras ¿?

Nadie sabe de dónde salen las cifras. Si no hay test para todos ¿cómo se adjudican los positivos? ¿Y los que se quedan en casa? ¿Y los que no son atendidos?

Hoy publica el diario ABC una encuesta en la que, entre otros datos, que el 63% de los encuestados piensan que el gobierno nos oculta información. No es un buen síntoma.

Liderazgo político durante la crisis

La reciente encuesta que lancé en redes y grupos de WhatsApp roza ya las 700 respuestas. He intentado, y conseguido, que llegara a cuanta más gente mejor, de todo tipo de corrientes de pensamiento, para poder disponer de datos objetivos.

A lo largo de la semana las cifras se van consolidando sin apenas cambios:

• El 90.5% ven a Pedro Sánchez “mal, poco capacitado para dirigir un país en crisis”.
• El 92,5% ven a Pablo Iglesias “Su aportación es negativa y partidista”
• Día Ayuso es la política mejor valorada en esta crisis.

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Solidaridad y altruismo

Cierto, hay una corriente solidaria sorprendente, pero hay algo que mueve el miedo hacia la reacción, el mal del hombre: la escasez.

La escasez de mascarillas, de equipos de atención hospitalaria. Es una escasez que verdaderamente es para todos, y no depende de nosotros, por lo que no genera consecuencias graves, por el momento, salvo que estés infectado o estés en alto riesgo de estarlo (con matices). Y con el nuevo parón económico, posiblemente de muchas cosas más.

A esta escasez se une algo mucho peor para las próximas semanas: la falta de ingresos y problemas económicos graves para muchas empresas. Esa escasez que puede afectar a necesidades básicas, y es un problema mucho mayor.

Las personas más afectadas, sobre todo pequeños empresarios, autónomos y trabajadores temporales, ¿Seguirán siendo igual de solidarios con los demás? ¿O comenzarán a pensar en ellos mismos y sus familias, por puro instinto de supervivencia?

Tendrá mucho que ver con la confianza en el gobierno En Italia han comenzado las protestas y los disturbios, ahí queda.

¿Aguantaremos? ¿Cambiaremos?

Creo que es un gran enigma. Dependerá de cuánto dure, porque nadie lo sabe. Quiero pensar que aguantaremos, y que será si no dura más allá de abril. Acabarse, se acabará. ¡Faltaría más!

El aguante puede ser anónima y físico (hartazgo) y económico (mientras duren los ahorros o los escasos ingresos).

Otra cosa es si cambiaremos. ¿Nos volveremos mas precavidos en el gasto? ¿Ahorraremos más? ¿Haremos acopio de mascarillas por si vuelve? ¿Nos seguiremos besando? ¿Seremos más altruistas o más egoístas?

Y tantas y tantas preguntas sin respuesta.

Un fuerte abrazo a todos los sanitarios y a todas las personas que estáis en primera línea, jugándoos la vida por los demás, en hospitales, centros de salud, con discapacitados, personas en desintoxicación, albergues para personas sin techo, etc. agotados, sin protección, con poco más que el aplauso de la gente que os quiere, que son todos. Que da orgullo, pero no da protección.

Y a todas las personas que está colaborando altruistamente, dando lo que pueden, por poco que sea. Y el más tenga, que más dé, por favor.

Yo sigo trabajando en ello.

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