El triángulo del poder
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Los 3 dioses del triángulo del poder
La situación que vivimos está poniendo de relieve los contrastes del liderazgo y la gestión del poder en una época que es, y se aventura que seguirá siéndolo, convulsa en lo político y en lo social.
La gestión del poder, en la política, la empresa, y en la sociedad, es un anhelo entre las personas que lo tienen o quieren poseerlo, tengan o no autoridad para ejercerlo. El liderazgo no siempre precisa del poder como tal, siempre que nos centremos en las áreas de motivación y gestión de personas por encima de resultados. El liderazgo político es otra cosa.
Pero cuando aparece el riesgo a perderlo es cuando más aflora el instinto humano de preservarlo, por nuestra propia supervivencia en la esfera en la que estemos y por los privilegios que queremos mantener o hacer crecer.
Viene todo esto por la situación política, claro; el estado de alarma y las posibles consecuencias negativas para algunos partidos y sus líderes o dirigentes. Algo que no estaba en la agenda política ni de quienes gobiernan ni quienes oponen.
Si el poder no se tiene, la estrategia es conquistarlo. Cuando se tiene, es mantenerlo.
El historiador Alejandro Pizarroso dio forma a las áreas de la gestión del poder para que podamos analizar y concluir cada uno la situación. Los 3 dioses del triángulo del poder, porque a los dioses se les respeta y se les teme.
El poder económico, quien paga manda.
Quien gestiona los recursos decide a quién dárselos y a quién no. Mientras así sea estamos en permanente dependencia de él. Si la correcta distribución de la riqueza no la hace el mercado, la sociedad por sí misma de forma libre, quien la centraliza ostenta esta parte del poder.
Cierto que no estamos en situación normal de mercado, que es una situación excepcional, pero entendamos la gran dependencia del estado ahora mismo y sus consecuencias en un futuro.
El poder ideológico, lo que debemos pensar.
El poder ideológico domina la estrategia y el pensamiento, la gestión del conocimiento, a través del control de los medios, la posverdad.
Hoy la guerra ideológica entre verdad y posverdad la tenemos en las redes sociales y en algunos, muchos, medios de comunicación. En la medida en la pierdan su pluralidad y objetividad, seremos sometidos a una nueva estructura de pensamiento. Qué conviene y qué no conviene saber.
El poder militar, quién manda aquí
Controlar la fuerza, es controlar la ley y dominar el aparato que sanciona y reprime su incumplimiento. La demostración de fuerza, la concentración de poder, los helicópteros sobrevolando las ciudades, la terminología militar de las ruedas de prensa nos pueden dar un adelante del gran valor del poder de demostrar quién tiene la fuerza y quién no lo tiene.
Ay, el poder…
Pero para comprender mejor todo esto es necesario definir brevemente un concepto tan escurridizo como es el poder, ya que el poder no es un objeto ni una sustancia, sino una relación, y concretamente “es la capacidad para hacer que otros hagan lo que uno quiere o que otros no hagan lo que uno no quiere”, según la didáctica definición que nos ofrece el politólogo Ramón Cotarelo.
Ahora lo que nos queda es poder evaluar en qué medida estamos cada uno sometidos al poder o formamos parte de él. Si somos víctimas o beneficiarios de él, y plantearnos conceptos tan delicados como libertad, igualdad e independencia.
La gran pregunta que me hago ahora, es: quién ahora acumula poder ¿estará dispuesto a cederlo cuando todo se normalice?
Sólo es una reflexión. Ahí lo dejo.
Más sobre la gestión del poder en las organizaciones en SOS tengo un jefe Tóxico
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