Los Súper Egos digitales

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Aunque no lo parezca, no tanta gente disfruta demasiado en las redes sociales. A veces se convierten tan solo un entorno refugio para tiempos muertos o días de euforia.

Supongo que la dedicación y el disfrute en ellas depende de muchas variables, una de ellas es el tiempo disponible, pero otra más importante es la forma de enfocarte hacia ellas; los roles.

Indice de contenidos

Roles digitales

Cada uno se plantea su rol en el entorno digital de una forma bien diferente. Se me ocurre, así a botepronto, mencionar algunos:

  1. Voyeurs. Los que las utilizan para ver lo que hacen los demás, con una mezcla de curiosidad y persecución, que suele terminar en crítica y/o envidia.
  2. Coleccionistas. Aquellos que absorben y guardan todo lo que se publica, sobre todo si mucha gente lo ha hecho ya. Es una opción personal, pero también tiene mucho de imitación.
  3. Aprendices. Son muchos, y es un buen uso de las redes y del entorno digital en general. Es, sin duda, un acierto.
  4. Relacionales. Los que hacen amigos, compañeros de red, interactuan con gente diversa. Es una forma inocua de entretenerse, y positiva.
  5. Asociacionistas. Formar parte de colectivos o tribus. Bien sean de pensamiento, estilo de vida, de política, de deporte o profesionales. Inmejorable manera de enfocarlo.
  6. Proyectores de marca personal. Los que trabajan para darse a conocer, comunicar pensamientos y acciones, que tiene un poco de todo lo mencionado.
  7. Los de puro ego. Son lo de “Yo por encima de todo, yo más que los demás, yo mejor que nadie”. Se comportan con una autoexposición permanente en múltiples escenarios, poco dados a relacionarse con los demás. Su mundo es su perfil, y no se van a rebajar con los perfiles de los demás.

Para estar, hay que elegir

Creo que para estar vinculado a la actividad digital con cierta frecuencia, hemos de ser capaces de elegir el rol que vamos a desempeñar en el medio, y eso tiene que ver sobre cómo somos, de qué somos capaces y cómo queremos que nos perciben: la marca personal.

Volvemos a los cimientos de toda estrategia personal para entender lo dicho:

  • Autoestima
  • Autoconocimiento

La autoestima, la confianza en uno mismo, va a determinar mucho cómo vamos a enfocar la actividad digital.

  • Personas con baja autoestima pueden vincularse a la introversión, y adoptar roles más de expectador.
  • La autoestima postiva, comedida y coherente, llevará a actitrudes relacionales equilibradas.
  • La autoestima elevada nos lleva directos a una sensación (falsa o no) de alto valor personal. Puede ser bueno, por qué no, pero hemos de tenerla bajo control y no venirnos demasiado arriba. Adoptamos entones el rol de actores; generadores de contenidos y conversadores.
  • El exceso de autoestima puede llevarnos, casi seguro, al egocentrismo puro. Es el monologuista, a veces de éxito, admirado y seguido.

En cuanto al autoconocimiento, debemos trabajar un autoanálisis de capacidades y de potencial: en qué puedo ser útil, qué puedo aprender, hasta dónde puedo llegar. Porque básicamente nos ayuda a trabajar una propuesta de valor, si se trata de ser útil a los demás:

  • De dónde parto, mis conocimientos, mi reputación, mi prestigio, que parecen conceptos iguales pero sólo son similares.
  • Que hago, qué puedo hacer (temáticas, relaciones).
  • Qué valor aportaría (conocimientos, conversaciones, entretenimiento).
  • Qué me puede diferencia, donde se encuentra seguramente el sentido de todo esto.

Los 3 niveles

Hay un recurso de fácil acceso y bastante esclarecedor para explicar las posibilidades o niveles de mi actividad on line. Los 3 niveles son:

  1. Presencia. Estoy pero puedo pasar desapercibido. Puede ser porque quiero o porque no consigo pasar al segundo nivel. Es el corto plazo, y si no sales de ahí durará poco.
  2. Visibilidad. Interactúo, me muevo, hagos cosas… las justas. Puedes pensar en un cierto recorrido, pero seguro que sin resultados ni vida activa más allá del medio plazo.
  3. Notoriedad. Creo contenidos, o los comento de forma personal. Hago cosas, genero aportaciones de interés, introduzco novedades. Es el máximo nivel, el del largo plazo, que más que una elección, debería ser una aspiración. Es cierto que no lo es para todos, solo para aquellos que hayan elegido un rol concreto y unas metas a conseguir.

Aún quedan otra cosa más: La actitud

No, no creas tan fácil (o tan complejo, según se mire). Porque al final de todo está tu actitud, cómo te vas a comportar.

Debe responder a preguntas del tipo ¿Cómo me voy a mostrar? ¿Cómo lo voy a gestionar? ¿A través de qué tipo de comportamiento voy a proyectar eso rol que voy a desempeñar en el entorno digital?

Puedes elegir entre varias opciones:

  • Ser lo que me gustaría ser, que es una aspiración.
  • Ser lo que son los demás, que básicamente es copiar; o se aser una mala copia de alguien
  • Ser yo mismo desde mi lado oculto, proyectando aquello que en el mundo real no quiero, no puedo o no me dejan ser.
  • Ser como soy, que tal vez es lo más recomendable, aunque pienses que puede no ser lo más fructífero, a tractivo e interesante. Al menos es coherente, que ya es mucho.

Estas opciones, además, van a marcar, casi con total seguridad, no sólo el tiempo que vas a estar en ellas, sino también lo que puedes recoger de ellas: contactos, información, satisfacción, relaciones, resultados personales, resultados profesionales…

Los super egos digitales

Si hay algo que personalmente no soporto es la facilidad con la que los egos se hacen enormes en el mundo digital. Es tan fácil que resulta tentador.

Si una persona piensa que es más importante que los demás, comienza a perder la perspectiva de sí mismo y de los demás. Y el entorno digital es un paraíso para ellos.

Es fácil reconocerlos, entre otras cosas por:

  • Es adicto a las redes, sobre todo Twitter e Instagram, y si sabe un poco, también a las métricas. Es de los que cambia el carácter si algo no funciona y no digamos frente a comentarios neutrales o negativos.
  • El super ego habla de sí mismo, incluso cuando habla de los demás. Siempre está en el mejor restaurante, posiblemente se haga una foto en un yate que no es suyo, y no digamos si hace un buen viaje.
  • Genera contenidos propios, muy personalistas (buenos o malos, tal vez dé lo mismo) y suelen ser demasiados.
  • Muestra día tras otro su smartwatch fitness de entranamiento con los datos, esos a los que seguramente tú nunca vas a llegar.
  • Hace suyos contenidos de los demás, no mencionando al autor incluyo a veces borrándolo de la imagen.

En fin, seamos honestos, seamos auténticos y, sobre todo, aportemos valor sin necesidad de sentirse en la cima del mundo, aunque lo estés. Porque muchos no lo estamos.

Publicado en el Ebook «Creando identidades digitales más humanas en un mundo digital» de Personal Branding World. Iniciativa de Fran Segarra. Acceso a descarga del ebook completo aquí

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