La decadencia social (Necesitamos Héroes)

La decadencia social. Necesitamos Héroes

Cuando comencé a escribir Necesitamos Héroes no pretendía llegar hasta crear un manual. Fue un experimento social, de experiencias y de análisis de lo que me rodea en cuanto a activismo social. Y una parte que no quería obviar era la decadencia social como una manifestación de agotamiento.

La decadencia social se refiere a una forma de malestar, de agotamiento cultural, de cansancio y hastío que se extiende en la actividad y en el entorno. Aspectos como el desempleo, la pobreza, el descenso de los niveles de protección social y la corrupción favorecen el aumento de la desconfianza en la política para solucionar los problemas reales de las personas, creando un estado en el que somos despojados de nuestra protección y nuestra esperanza. Ahí están los datos de abstención.

A falta de un regeneracionismo político y social real y no embaucador, en esta decadencia es donde el populismo encuentra su caldo de cultivo (no exento de motivos) para canalizar el descontento. La situación es que si el problema no lo soluciona el realismo (el sistema políticamente correcto) ni el populismo como sistema alternativo (políticamente incorrecto), entonces ¿hacia dónde nos encaminamos?

Como afirma el filólogo y sociólogo Jorge Botella: “Las ideas son fáciles de concebir y lentas de difundir pero, aun cuando lleguen a conocimiento de los ciudadanos, se hace difícil su implantación si rompen el ritmo de los hábitos adquiridos, más cuando enmarcan una tendencia social. Por ello es posible presagiar tiempos de decadencia cuando hábitos perniciosos se instalan en la estructura social sin apenas crítica y contestación ética que los puedan reconvertir”.

No es nuevo este planteamiento, al que ya hacen referencia, de forma lateral, autores como Byung-Chul Han en su libro La sociedad del cansancio[2] donde reflexiona sobre la auto explotación, el concepto viciado de libertad y la autoexclusión de las dinámicas sociales por el agotamiento, el propio Francis Fukuyama en su alegato neoliberal sobre el fin de las ideologías El fin de la historia y el último hombre[3] (hoy sometido a revisión crítica), o Gilles Lipovetsky con La era del vacío[4], donde profundiza en el derrumbe de la vanguardia social y de pensamiento del siglo XX a través del individualismo. No son los únicos que hay, y muchos más que lo seguirán predicando.

Por terminar y no complicar esto demasdiado, que ya está el libro entero para es, creo que no debemos echar la culpa de la decadencia social a las personas, pues quizás la tengan quienes las manipulan y las mantienen ausentes de criterio. Ellas son las decadentes.

Más sobre el libro: Necesitamos Héroes (manual de estrategia y acción para organizaciones sociales).

Imagen obtenida de: SteveCutts


[2] La sociedad del cansancio (Ed. Herder, 2012).

[3] El fin de la historia y el último hombre (Ed. Deusto, 1992).

[4] La era del vacío (Ed. Anagrama, 2006).

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